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Disruptividad a la hora de crear: dejar volar la mente

  • Foto del escritor: Kahla Marketing
    Kahla Marketing
  • 29 jul
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 30 jul

nieve disco


En un entorno donde todos compiten por atención, las ideas que realmente marcan la diferencia no son las más bonitas ni las más técnicas… Son las que rompen patrones.

Las que proponen algo que nadie esperaba.

Eso es ser disruptivo.

Pero para llegar ahí, primero hay que lograr lo más difícil: soltar la mente.


Creatividad vs Disruptividad: no son lo mismo

La creatividad te invita a pensar diferente.La disrupción te reta a pensar sin permiso.

Ser creativo es generar ideas nuevas.Ser disruptivo es desafiar lo establecido, incomodar lo cómodo, cambiar la conversación.

No es lo mismo decorar el camino… que decidir abrir uno nuevo.


🧠 ¿Por qué nos cuesta soltar?

Porque vivimos llenos de filtros:

  • El miedo al juicio (“¿Y si no les gusta?”)

  • El pensamiento lógico que todo lo racionaliza

  • El perfeccionismo que no permite experimentar

  • La presión de hacer algo “útil” desde el primer minuto

La mente se va llenando de reglas invisibles que terminan bloqueando el riesgo.Y sin riesgo, no hay disrupción.


✍️ 5 ejercicios para dejar volar tu mente creativa

Aquí no necesitas talento. Solo ganas de practicar:


1. La regla del “¿Y si…?”

Haz una lista de ideas absurdas sobre un proyecto que estés desarrollando. No importa si parecen imposibles.


Ejemplo: “¿Y si la campaña fuera en completo silencio?”La meta no es usarla tal cual, sino abrir posibilidades fuera de lo esperado.

2. Dibujar lo que no se puede explicar

Toma una hoja y representa gráficamente una emoción, un valor o una idea abstracta (como “libertad” o “exceso”).No importa si no eres diseñador. Lo importante es pensar sin palabras.


3. Restricciones creativas

Ponte un límite absurdo.

Ejemplo: “Voy a escribir un mensaje de venta sin usar verbos” o “Voy a hacer este concepto sin color”.

Las limitaciones despiertan soluciones inesperadas.


4. Brainstorming sin destino

Aparta 10 minutos y escribe cualquier idea que te llegue a la cabeza sobre un tema (aunque no tenga sentido). Sin filtro, sin orden.Luego léelas en voz alta. Notarás conexiones nuevas que antes no veías.


5. Observar lo cotidiano con ojos nuevos

Elige un objeto común (una taza, un botón, un letrero) y haz una lista de 10 usos alternativos.Este simple juego reentrena tu cerebro a ver más allá de lo obvio.



La disruptividad no es sinónimo de caos.Tampoco es hacer cosas raras por llamar la atención.

Es tomar decisiones arriesgadas con intención, criterio y emoción.

Es permitirte no saber a dónde vas, pero confiar en que si te sales del camino, puedes encontrar algo que no sabías que existía.


Las grandes ideas no siempre nacen en reuniones.Muchas veces nacen caminando, jugando, equivocándote.Nacen cuando la mente se libera del deber y entra en el placer de imaginar.

Porque pensar diferente no es un talento. Es una práctica diaria. Y como toda práctica, se entrena.


Si últimamente todo lo que haces “funciona”, pero nada emociona, tal vez el problema no es la estrategia…Tal vez es que no estás dejando que tu mente vuele lo suficiente.


📩 Escríbenos a info@kahlamarketing.net para sesion 1:1

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